Entre eventos y derivas: Los amantes del café
Columna de apreciación cultural y artística por Santos "el Rojo" Contreras
VARIA PALABRAENTRE EVENTOS Y DERIVAS
ENTRE EVENTOS Y DERIVAS:
Los amantes del café
Yo no lo sé de cierto, pero dicen que dos viernes por mes, en un lugar de la Chapule de cuyo nombre no quiero acordarme (top secret), se reúnen personas que conforman un grupo de lectura. Se hacen llamar Los amantes del café. El pasado viernes 18 de julio de 2025 asistí a dicho grupo. Fue así que aproveché la oportunidad para charlar con el fundador y entrevistarlo. Dado que la entrevista se enfocó en el grupo y no en la vida del sujeto, para efectos de esta entrevista pensé en llamarlo «N», sin embargo, acordamos el nick-name de Nick o, mejor dicho, Nic (sin la k).
—Mi buen amigo, por única vez, para que se hagan una idea las personas que leerán mi columna, en breves palabras, ¿qué puedes decir sobre Nic?
—Nic es una persona jubilada, decidida a disfrutar de su jubilación, empeñada en difundir la lectura —respondió amenamente.
—Podrías confirmarme la información sobre el lugar, horario y periodicidad de las reuniones de Los «famosos» amantes del café.
—Los amantes del café nos reunimos los viernes cada quince días, en mi casa, ubicada en la colonia Chapultepec de Tepic, Nayarit.
—Háblame de las personas que suelen asistir a las reuniones.
—Específicamente, los grupos: lectores asiduos y principiantes. El fin es motivar a los principiantes, esa es la meta —enfatizó.
—¿Qué tan antiguo es el grupo?
—En septiembre se cumplen dos años de reunirnos —dijo mirando alrededor de su sala, como si fuera capaz de ver en el pasado cada viernes, cada asistente, cada gesto y comentario.
—Y dime, Nic, ¿cuáles son tus lecturas preferidas?
—Novela, realismo mágico de autores nacionales, pero también me apasiona el suspenso—. Mientras decía esto último frotaba sus manos como quien está listo para devorar un postre.
—En cuestión de números, ¿cuántos llegan a reunirse en dichos viernes?
—Entre quince y veinte, amigo, pero los días en que hay invitado especial saben llegar hasta 30 y eso lo disfruto mucho, porque tenemos entonces la oportunidad de platicar con ellos y preguntar sobre dudas que tengamos.
—Mencióname algunos libros que recomiendes mucho.
—El llano en llamas y Crónica de una muerte anunciada —respondió con una convicción de militar experimentado.
—Y, por año, ¿cuántos libros llegas a leer aproximadamente?
—Yo diría que entre quince y veinte libros.
—Amigo: ¿qué visión tienes del proyecto, es decir, en el futuro, dentro de varios años?
—Pienso heredarlo para cuando ya no me sienta en condiciones de seguir organizándolo y todo lo que conlleva, pero aún no sé con certeza la fecha en que eso ocurrirá.
—Nic, para ti, ¿cuál es el mejor momento para leer?
—En la mañana, amigo.
—¿Tienes algún ritual o costumbre en el momento en que lees, quiero decir, en algún lugar u hora específica, en alguna posición, con o sin música, prendes velas, preparas café?, háblame de tu procedimiento lector.
—Actualmente leo en la sala de mi casa, en un sofá, lo hago por la mañana o cuando tengo tiempo libre, anteriormente iba a mi azotea para leer, sin embargo, dejé de hacerlo porque los vecinos o personas que pasaban me saludaban o me hablaban y me interrumpían mucho —dijo mientras se reía como un niño que cuenta sus vagancias en secreto a su mejor amigo de la escuela.
—Respecto al desarrollo de la reunión, ¿cuál es la dinámica o, mejor dicho, su estructura, o si prefieres llamarlo: itinerario?
—Yo lo divido por momentos, quiero decir, en el momento 1 cada quien habla hasta por cinco minutos, o bien, lee algún texto que haya preparado sobre su libro y también invita a leer ese libro, o no, eso ya depende de si le gustó o si cree que nos puede interesar. Posteriormente, en el momento 2 hay una dinámica que busca el debate, el tema suelo proponerlo yo o, también, si alguien quiere discutir de algo más se aceptan opiniones, pues—. Luego de su larga respuesta le dio un trago diminuto a su pequeño vaso de vidrio, de esos que llaman caballito, me parece, y continuó: —Y el horario es de ocho a once (de la noche) pero aquí cada quien se va a la hora que quiere.
—Es un muy bello proyecto. Casi para terminar esta entrevista: ¿qué aspecto te gusta más de todo lo sucedido cada viernes de tertulia?
Nic guardó silencio durante siete segundos que parecieron dos minutos, acarició su corta y gris barba y por fin respondió:
—La convivencia, porque veo a mi familia y amistades integrarse a un club que organizo yo y se trata de leer y compartir.
—A propósito, Nic, he sabido que distintas personalidades han asistido para exponer múltiples temas y libros, desde historia de Tepic a historia universal. ¿A quiénes recuerdas que han asistido como «invitados especiales»?
—Claro que sí, bueno, asistió en varias ocasiones Pedro Luna, también Berecochea, hace poquito estuvo Queta, ya hace tiempo Lupita Miranda, Alba Durán, Miroslava, Jorge López, ah, y también este amigo de voz peculiar, el que un día invitaste…
Supe inmediatamente de quién se trataba, a quien ocasionalmente he llamado Tío Alí, mi buen amigo, «Aliterato»; me atrevo a decir que es todo un personaje entre quienes pertenecemos a este mundillo (y no lo digo despectivamente, sino que en Tepic, al ser una Ciudad «pequeña», es fácil topar a cada persona que asiste a los eventos culturales y tener un antecedente o, por lo menos, reconocer los rostros en sitios concurridos).
Pues Alí, a quien me atrevería a llamar el Steve Irwin de la literatura nayarita, por eso de cazar reptiles, sólo que Steve se dedica a cazar cocodrilos y Alí a cazar víboras o, mejor dicho, sólo una, ah, pero no cualquiera, una muy poderosa y con un gran futuro y no la caza, sólo la imita en su habilidad… pero eso no compete a la entrevista, así que, ojalá, pueda entrevistarlo a él en algún futuro.
—Nic, además de estas reuniones, ¿hacen algo más como grupo?
—Visitamos museos, en cierta ocasión escribimos cartas entre los compañeros a través de Correos de México, entre otras actividades como ir a eventos culturales, por ejemplo.
—Camarada Nic, en el remoto, alejadísimo e indeseado momento de tu eterno descanso, ¿qué frase o palabras te gustaría que formaran parte de tu epitafio?
—No tengo idea, no lo he pensado, amigo—. Guardó silencio e hizo una mueca de completo desinterés, preocupándose únicamente por el presente, por su familia, un poco por la entrevista y guardando un resquicio de interés para disfrutar de los milímetros agotándose de su caballito.
—Bueno, y si te preguntara por una palabra que te describiera, ¿cuál sería?
Fue entonces que, elevando ese vasito de cristal como dando gracias al cielo, empinó su interior, sonrió entusiastamente y profirió su respuesta a manera de síntesis de sí mismo:
—Soñador.
—Dime, ¿Nic escribe?
—Tengo un libro impreso llamado Mis momentos.
—¿Y actualmente sigues escribiendo o tienes otros que no se hayan publicado?
—Sí —respondió con una risa tímida y pícara al mismo tiempo— la verdad es que tengo cinco, pero ahorita no tengo recursos para imprimirlos y honestamente nunca ha sido mi interés publicar, lo hago íntimamente, imprimiría para las personas a las que hago alusión, para que se inmortalicen.
—Cuéntame algo que extrañe Nic.
—A pesar de mi infancia, pienso en ciertas, alejado de la vida de la Ciudad…
—Finalmente, ¿quiénes pueden asistir al club?
—Cualquier persona que sepa leer, o que pueda escuchar algún audiolibro. Los recibo feliz con café y galletas.
Termina la respuesta con una inmensa sonrisa para ponerse de pie, para ese momento en que ya no había otras personas en la casa más que su propia familia y yo, y la cafetera ya no tenía café, tomó el plato vacío, antes repleto de galletas, lo mismo que su fino vasito de vidrio y acomodó las sillas y bancos de su casa, vacíos también. Me despedí, le dije que muy posiblemente ahí estaría el siguiente viernes de reunión y que le llevaría libros para un proyecto que me platicó, pero eso es «extraoficial». Agradecí la atención, el café, las galletas, su tiempo e incluso esa bebida proveniente de una bella botella de vidrio… de cuyo nombre no quiero acordarme.
Por: Santos "el Rojo" Contreras
Dos fotos de Nic (sin k):



